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El nuevo Currículo Escolar Nacional

Oportunidad para la democracia y la tolerancia

Publicado: 2017-03-05


El último sábado las calles y plazas de Lima y las principales ciudades del país como Arequipa, Cusco, Huancavelica, Trujillo, Piura, Iquitos, Huánuco, Huancayo, Ica, totalizando cerca de un millón y medio de personas a nivel nacional, fueron escenario de multitudinarias movilizaciones de ciudadanos en contra del nuevo Currículo Escolar Nacional de Educación Básica recientemente aprobado por el Ministerio de Educación. Los manifestantes fueron convocados por el colectivo social “Con mis hijos no te metas”. Una movilización de esta envergadura y por este motivo no tiene antecedente en la historia del Perú.

Más allá de toda polémica, es segura la unanimidad de los peruanos de todo nivel de instrucción, estrato socio-económico, lugar de nacimiento, etnia, edad, sexo, identidad de género, de en torno a los valores éticos que promueve este principal instrumento de educación, a saber: justicia, respeto, tolerancia, solidaridad, igualdad de oportunidades, todos ellos fundamentales para la paz y progreso que nuestra sociedad y sistema democrático tanto quiere y necesita hoy en día.

El Perú secular y penosa y particularmente el Perú de hoy, está flagelado por antivalores y por los efectos e impactos que estos tienen en la vida social, económica y política del país. La corrupción, el crimen, la discriminación y la exclusión social y étnica, son mayores problemas que la sociedad peruana los padece diariamente. Adicionalmente, también una las formas de desigualdad y violencia que existe en el Perú va en perjuicio a la dignidad y derechos de la mujer.

Entonces, si estos problemas son claramente percibidos por todos los peruanos, y si la abrumadora mayoría de los peruanos comparte esos valores éticos, ¿por qué tanta oposición al nuevo currículo escolar? Tratando de mirar con ojos imparciales la referida movilización, no parece ser cierto lo que opinan algunos críticos: solo se trata de un grupo minúsculo e intrascendente de fanáticos religiosos, al que no vale la pena tomarlo en cuenta. Al contrario, la movilización representa a un importante sector de la ciudadanía peruana que no se puede ignorar ni acallar.

No está errada la Ministra de Educación cuando dice que la inclusión de la palabra “genero” ha sido el factor clave de la polémica. Pero, claro está que no se trata de una palabra aislada. Se trata del concepto de identidad de género, del enfoque de género, y de todo el bagaje asociado. Sin entrar en definiciones ni cuestiones semánticas, se puede suponer que el Ministerio de Educación no se refiere a la acepción gramatical de género, donde hay dos, “masculino” y “femenino”. Si fuese así, la controversia se resolvería fácilmente cambiando la palabra “genero” por “sexo”. Pero, al observar las experiencias y problemas en países del hemisferio norte que llevan varios lustros implementando el denominado “enfoque de género”, veremos que el Currículo Escolar no se refiere simplemente al género gramatical.

Es cierto que en el colectivo “Con mis hijos no te metas” es variopinto, y que están incluidos grupos religiosos conservadores, tildados por algunos como “fundamentalistas”. Pero es claro que más allá de toda heterogeneidad, el denominador común que aglutina al este grupo es su tajante oposición a la incorporación del enfoque de género en el Currículo Escolar. Sinceramente, ¿qué agrupación social no es variopinta y heterogénea? Miremos el reciente “Frente Amplio”, que se presentó con bastante éxito en las últimas elecciones nacionales. Algunos de sus dirigentes y simpatizantes eran de la extrema izquierda marxista. Entonces, ¿Puede decirse que el Frente Amplio estaba integrado en su mayoría extremistas marxistas, y por eso deslegitimar el apoyo electoral recibido por el Frente Amplio? Sería errada suposición y absurda afirmación.

Es preocupante que en estos momentos tan críticos y decisivos para para la vapuleada e incipiente democracia peruana, donde un notorio sector de la clase política y empresarial está involucrada en graves y execrables problemas de corrupción que afectan el Estado peruano e incluso al actual gobierno, la opinión pública nacional se distraiga en un tema así. Lo que no queremos y no debe permitir el pueblo peruano es que la discusión sobre el Currículo Escolar se convierta en la “cortina de humo” que favorezca los intereses corruptos contra los cuales precisamente se dirige este instrumento educativo.

El gobierno del Sr. Kuczynski y el Ministerio de Educación tienen hoy una responsabilidad con el país. No pueden desaprovechar la oportunidad de mejorar la educación y contribuir a la sociedad más justa y cimentada en los valores éticos que promueve el nuevo Currículo Escolar. Si un amplio sector de los padres de familia y de la ciudadanía se opone a incluir el enfoque de género en el nuevo Currículo Escolar, ¿porque no escucharlos? Quizá la controversia se resuelva reemplazando la palabra género por sexo. Así se promoverá a la mujer y se tendrían el consenso y respaldo social necesario para implementar este instrumento y promover una sociedad que cultive valores éticos, demostrando así coherencia con la democracia y tolerancia que se promueve.


Escrito por

Julio F. Alegría

Ingeniero Agrícola de la Universidad Nacional Agraria La Molina (1981); Master of Science de Colorado State University (1984).


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