La joven Belén Núñez Stojkiv, del Colegio Max Uhle de Arequipa escribió el artículo de opinión en el diario La República, edición del sábado 18 de Mayo, p. 18, titulado “La Homosexualidad: dos versiones distintas”. 

Belén dice que frente a la homosexualidad existen dos posiciones con sendas posturas. Por un lado, la posición “tradicional” y “conservadora”, con una posición rígida frente a la homosexualidad, impuesta por la jerarquía de la Iglesia Católica (“el Vaticano”), la que aduce que, según Dios, solo hay dos géneros humanos, y quien ose desacatar el mandato divino y tenga pareja del mismo sexo “tendrá un severo castigo por su osadía”.

Por otro lado, dice Belén, están los “libertarios”, cuya postura es la igualdad de derechos, por lo que reclaman tolerancia, igualdad de oportunidades, y el derecho a la felicidad de todos los hombres, de toda persona independiente de su género sexual.

Afirma Belén que la sociedad peruana en su mayoría aún tiene una postura conservadora y tradicional, que respeta la intangibilidad de valores [morales]. Asimismo indica que cada día crece el número de homosexuales y la sociedad lo va aceptando como un hecho normal, por lo que el reconocimiento social del matrimonio homosexual está cerca.

No se puede esconder el problema, manifiesta Belén, y propone debatir y discutir “este asunto tan controvertido”, para arribar a una posición definitiva respecto a tan espinoso asunto. Todos deben estar de acuerdo con su propuesta porque, como bien se dice, de la discusión nace la luz.

Antes, sin embargo, con el ánimo de contribuir a tan importante debate y discusión, deben ir estas cuatro precisiones y aclaraciones, en aras de la verdad. Esto sí es esencial porque todo debate y discusión tiene que buscar sinceramente la verdad. La verdad hay descubrirla, practicarla y divulgarla.

Primero: Sexo y género son dos conceptos diferentes. Mientras que hay solo dos sexos: varón y mujer, son varios los géneros de la opción sexual: homosexual, transexual, bisexual e intersexual.

Segundo: no le asiste derecho a reclamo al polaco Charamsa, por haber sido separado del ejercicio del ministerio del sacerdocio por la jerarquía de la Iglesia Católica, si él ha violado el voto de castidad y al celibato al que se había comprometido. ¿Tendría derecho un estudiante reclamar “el severo castigo” de la autoridad académica de expulsarlo de la Universidad si él ha incumplido con el requisito de mínima asistencia a clases al cual se había comprometido?

Tercero: el mencionado ciudadano polaco le reprocha a la Iglesia Católica que “una vida sin amor no es vida”. Tremenda contradicción, si el mismo Jesús, fundador histórico de la Iglesia, al fundarla le dio el mandato: “Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado” (Jn. 15, 12). No fue “puro floro”, como dicen ahora los jóvenes, sino un mandato respaldado con su ejemplo de vida, que constituye la piedra angular de la fe cristiana.

Cuarto: el reclamo de los “libertarios”, para tolerancia y respeto al derecho a ser feliz de toda persona humana, está dentro de los valores que busca preservar la Iglesia Católica como parte del mandato de amor del mismo Jesús.

Entonces, qué buen avance tenemos para el debate y discusión que bien propone Belén: los “conservadores”, la Iglesia Católica y los “libertarios”, todos, defienden –deben defender- los mismos valores morales: tolerancia, y respeto al derecho a la felicidad de toda persona humana.

Queda entonces, para el debate y discusión que plantea Belén Núñez Stojkiv, preguntas como éstas: i) ¿tienen derecho las parejas de diversa orientación sexual (géneros) a unirse en matrimonio con todas sus prerrogativas, como es adoptar bebes? ii) ¿tienen los niños el derecho a tener un papá y mamá y ver este modelo en el espacio público?

Que el amor, concepto tan antiguo como moderno, que yace en lo más íntimo de cada hombre, independiente de su inclinación sexual, ilumine este debate y discusión.